La Ciudad de las Artes inspira la nave nodriza de «los Visitantes» de «V»

CAC
El «remake» de «V», serie de gran popularidad en la televisión de los años ochenta, se estrenó el pasado martes en Estados Unidos. Dos factores sobresalen de su primer capítulo: fue, con 14 millones de espectadores, el arranque más exitoso de una serie de televisión en EE.UU. en su franja horaria (superando así el estreno de «Perdidos»); y, por otro lado, se evidencia en él una apropiación por parte de los creadores de la serie de la arquitectura de Santiago Calatrava para diseñar las construcciones de la raza alienígena protagonista hasta el punto de incluir edificios que existen en la realidad.

Una nave espacial, que se sitúa sobre la ciudad de Nueva York, centra el argumento del primer capítulo. Cuando un grupo de humanos es invitado por los recién llegados extraterrestres («Los Visitantes») a conocer el interior de su nave como signo de amistad, se inicia el paseo por el «universo Calatrava». Las nervaturas de los pasillos que aparecen son un calco de las que presentan los edificios de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias del ingeniero valenciano.
Pero llega un momento en el que de las semejanzas se pasa a una apropiación de la imagen de los edificios del complejo valenciano. En un plano general que se hace del interior de la nave espacial, se pueden ver nítidamente la silueta de el Hemisferic y del Museo de las Ciencias entre los edificios supuestamente alienígenas.

Fuente de inspiración

Ciudad de las artesImage via Wikipedia

La arquitectura de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias es, desde su creación, un escenario ideal para la localización de rodajes, sobre todo publicitarios. En las instalaciones de Valencia se han rodado numerosos spots de firmas de automóviles y también algunos videoclips. Es más, varios especialistas en localización de escenarios de la industria cinematográfica de EE.UU ya han visitado el complejo durante los últimos años.

Su aparición en la serie estadounidense, aunque sea de tangencialmente y tal vez de una forma no autorizada, refrenda la atracción que generan las creaciones del ingeniero de Benimàmet entre quienes quieren reflejar ante la cámara una imagen futurista.
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